martes, 25 de abril de 2017

Nada de esto fue real, nada fue casualidad

No sé por qué en mi mente International Citrus Band era una banda de ska, jajajajaja, seguramente los estaba confundiendo con Triciclo Circus Band, los cuales, para colmo, tampoco hacen ska, pero la semana pasada que leí que se presentarían con Belafonte  estaba convencida de que iban a tocar con una banda de ese género y vaya sorpresa que me dieron, no podría haber estado más equivocada.

Después de 2 horas de espera para entrar al Espacio X del CCE nos encontramos con un montón de sillas y micrófonos en el escenario, lo que anunciaba que primero se presentaría aquella banda de la cual no sabía nada. Unos señores que según sus propias palabras tocaban temas característicos de los sitios de los que provenían, de música medieval a flamenca pasando por un montón de tradiciones que ellos mismos explicaron, pero honestamente no recuerdo del todo. No cabe duda que eran muy buenos ejecutando sus instrumentos y que se sentían realmente orgullosos y felices con lo que hacían, lo mejor fue cuando subieron algunos músicos de son jaracho a acompañarlos en El Chuchumbe. La verdad me sorprendió gratamente ver el respeto con el que se trató a la agrupación, a pesar de que la mayoría de los asistentes estábamos esperando a Belafonte. Resultó una experiencia sumamente contrastante y divertida.

Belafonte logró hacernos bailar como siempre con los éxitos que ya forman parte de mi soundtrack personal y las canciones nuevas prometen un disco bastante interesante, había tenido la oportunidad de escuchar algunas maquetas y un par de canciones la vez anterior, sin embargo en esta ocasión se escucharon mucho mejor, seguramente debido a la sobriedad en el ambiente, lo cual me hizo comprobar que independientemente de lo entretenido que es verlos en vivo son buenos músicos y ni hablar de las composiciones de Israel….

Justo unos días antes había estado pensando en cómo es que llegaron a mi vida y cómo cada una de las veces que los he visto han significado un momento especial para mí, en todos esos shows hubo ciertos detalles que se quedaron fijamente grabados en mi mente, a pesar de mi mala memoria, lo cual es extraño, pero por algo se han quedado, a diferencia de otros....recuerdos, historias, personas, victorias que se van, cómo un ciclón que pasó y que nadie advirtió…. Como Kerouac on the Road.


lunes, 10 de abril de 2017

Experiencia “estraña”

Para ser de las personas que pensamos que Björk vino a hacer su agosto después de un show en el Auditorio sin mayor relevancia y todo el drama ocasionado por los cambios en Ceremonia para otra presentación decepcionante (debido en gran parte a las altas expectativas que se tenían al respecto), la exposición del Foto Museo 4 Caminos me dejó gratamente sorprendida, incluso creo que si hubiera asistido antes de escucharla en vivo habría logrado estremecerme mucho más.

A esas alturas no esperaba nada de Björk Digital, y mi opinión de que no sería la gran cosa se fortaleció al iniciar el recorrido, en el cual sólo nos dejaron interactuando con la aplicación de Biophilia, para dar paso al cuarto en el que replicaron el sonido envolvente de Black Lake con bocinas individuales para cada uno de los instrumentos, ahí la cosa comenzaba a ponerse interesante, de entrada, el trasfondo contextual de las canciones: el proceso de duelo después de una separación amorosa. A pesar de que el video soporta muy bien esta historia y deja ver el dolor inicial de Björk ante esta situación, tampoco logró emocionarme más allá de la experiencia auditiva y visual.

Cuando bajamos para ver los videos en realidad virtual y entramos a un espacio con un montón de bancos con visores y audífonos es algo “estraño”, no me imaginaba lo que estaba por vivir.

Cuando vi Stonermilker por primera vez no me pareció innovador a pesar de todo el ruido se hizo al respecto, pues claro, no lo estaba apreciando como debía, con el equipo necesario y en total inmersión. Ya con el visor colocado, al abrir mis ojos y sentir como si me hubiera tele transportado cerca del agua, a una costa de Islandia fue una sacudida que me hizo estremecerme, situarme en un lugar con una carga emocional tan fuerte para mí fue sin duda un golpe bajo. Si algo he comprobado en los últimos meses es que los mensajes de la música llegan cuando deben (como todo) y encontrarme ahí escuchando una canción que lo dice todo, partiendo de su hermosa línea de apertura “A juxtaposition in fate find our mutual coordinates” todo lo que se menciona en esa letra me hizo pensar en cómo el destino nos coloca y descoloca en los lugares exactos, nos acerca y aleja de las personas a nuestro paso en el momento adecuado (el único que existe) y muchas veces por más que queramos aprovechar esos instantes de magia únicos en la vida al tratarse de relaciones si una de las partes no está presente mental o emocionalmente simplemente transcurre… se vuelve un elemento contextual más, alguien que sabes que en algún momento coincidió en esa breve  sincronización de sentimientos pero ahora es cómo si nunca hubiera existido, y darse cuenta de eso es intenso. No se en que momento habré comenzado a llorar o cómo es que me veía desde afuera, que al quitarme el visor el guía se acercó de inmediato a preguntarme si estaba bien, y así era, sólo que estaba “coagulando”…

Family es divertido porque interactúas directamente con el video y son esos detalles a los que no podrías accesar tan fácilmente desde otro sitio. Quicksand y Mouth Mantra fueron interesantes, visualmente impactantes, pero sin la fuerza que sentí en los anteriores y en Notget… que bien que lo dejaran al final, para alimentarte de esa fuerza del renacimiento en una misma vida, el saber para crecer hay que caerse, sanar, y evolucionar, que al final es lo que muchos (no todos) queremos… “We carry the same wound but have different cures similar injuries but opposite remedies”.

Yo desconocía que ese disco es un trabajo muy personal para Björk, que toca directamente el tema de su separación, la desintegración de su familia, la crisis por la posibilidad de perder su voz y el duelo… cosas que de una u otra forma hemos pasado y que nos hacen conectar directamente a pesar de que no sea literalmente la misma historia

Después de esas increíbles vivencias te llevan a una sala de proyección en la que se anuncia nada menos que 2 horas de videos de la cantante, lo primero que pensé fue “vemos 2 y nos vamos, para eso los veo en mi casa” pero cuando menos me di cuenta ya llevábamos 1 hora ahí y yo seguía igual de emocionada que en el video 1, fue cómo entrar a una capsula del tiempo directito al final de los 90’s, una de las etapas más felices en mi historia, no había notado que o en serio tiene muchos éxitos o yo en verdad era muy fan y no me había declarado del todo porque me sabía todas las canciones y fue bastante agradable estar ahí reviviendo aquellas épocas.


No duden en asistir a la exhibición, en verdad creo que vale la pena, yo espero poder volver a visitarla antes de que la quieten. Mientras tanto aprovechen los descuentos de este fin de semana.


miércoles, 5 de abril de 2017

Takk

Pues si…. Aquí estamos de nuevo…. La música me trajo de vuelta, a hablar de la misma banda que la primera vez que abrí esto, ya tenía mucho tiempo que no sentía esta necesidad de escribir sobre mi experiencia en un concierto, pero lo que sucedió antier fue tan sublime que no puedo quedármelo dentro.

Estaba pasando por un momento emocional complicado, por lo que ni siquiera tenía presente que el concierto de Sigur Ros se acercaba, hasta la semana pasada me di cuenta que en mi euforia y sueños premonitorios mal interpretados había comprado 4 boletos los cuales (para mí) ya tenían nombre, al final la vida movió las cosas y ahora necesitaba cambiarlos, venderlos o algo, afortunadamente todo se acomodó (como siempre) y me quedé con la oportunidad de verlos 2 veces y compartir ese momento tan especial con las 2 personas que más me aman en el mundo. La situación por la que atravesaba era tan extraña que ni siquiera me dio tiempo de disfrutar esa emoción anticipatoria que me da cuando se avecina un concierto importante para mí, llegué hasta mi asiento sin ninguna expectativa de por medio, consciente de que vería a una de mis bandas favoritas, pero sin imaginarme lo que estaba por suceder.

La música de Sigur Ros y sus shows en vivo son el ejemplo perfecto de ciertas cosas de la vida… de cómo muchas veces para poder aspirar a la luz tienes que haber experimentado la oscuridad en su plenitud, todo puede ser tan confuso y templado al mismo tiempo, porque es parte de lo mismo, creo que hasta antenoche no había vivido de esta manera esa sensación de unidad.

El segundo exacto en el que se encendió la pantalla después de un momento de penumbra que anunciaba el inicio del concierto fue como re encontrarme con el amor de mi vida, verlo directamente a los ojos y observar como en una película absolutamente todos los momentos de máxima felicidad que pasamos juntos, esa sensación de eternidad indescriptible, esa verdad proveniente de la intuición que te dice que estas completando algo más grande que ti mismo, el amor que trasciende la razón. Ahora que en parte se cuál es el papel que la música juega en mi destino puedo estar segura de que no podía ser de ninguna otra manera (You cannot mess with the light), estaba ahí para observar ciclos que se terminan y reinician incesablemente.

Por cuestiones de trabajo (y algunas personales) últimamente he estado muy involucrada en comprender y experimentar las frecuencias de nuestras ondas cerebrales dependiendo de distintos estados de consciencia y lo que pasó antier estuvo muy cabrón! Creo que varios de los asistentes estuvimos a nada de alcanzar deltas, fue algo más allá del llanto desmedido y la felicidad interna que siempre me provoca el verlos en vivo. Mientras estaba ahí totalmente poseída por lo que estaba percibiendo pensaba en que si tuviera que elegir un concierto de limbo personal podría haberme quedarme justo en ese momento indefinidamente. Era emocionante sentir ese vibrar tan profundo de mi pecho, notar como se expandía y se fundía en el universo.

Definitivamente verlos en las condiciones del Auditorio fue lo mejor, permitió una plena contemplación de su música y escenario, podía apreciar mis células sanando… radiando. Fue increíble!

La segunda fecha fue un poco menos impactante, a pesar de que teníamos lugares más privilegiados, los asistentes eran diferentes, menos interesados, más platicadores y molestos, sin embargo, pude observar detalles que no había visto la noche anterior, poner más atención a su ejecución y a la belleza de sus melodías.

No puedo más que decir GRACIAS a la vida, a la música, a Sigur Ros y a todo!


jueves, 24 de diciembre de 2015

2015 = 8

No soy muy fan de los recuentos del año, pero creo que en estas fechas es cuando más evidente se hace lo rápido que pasa el tiempo y llega el momento de decir “madres! Ya se fue otro año” tal cual, así se va la vida.

No está de más tomarse unos minutos para reflexionar en las cosas que nos pasaron, lo que hicimos bien o mal , las decisiones, los instantes, todo… es una oportunidad de cerrar ciclos, de decir gracias, perdón, te quiero…. tener un inicio limpio.

Siento que este año me perdí de muchas cosas pero afortunadamente también fui testigo de muchas otras, así que a lo que nos ocupa aquí:

Festival favorito 2015: Coordenada Guadalajara.

Conciertos Favoritos 2015: Mew, Blur en el Palacio, La Femme, Belle & Sebastian, Supergrupo y DFA1979.

Discos favoritos 2015: “+-“  de Mew, “Chicos de la Luz” de Astro, “Vega Intl. Night School” de Neon Indian y “Payola” de Desaparecidos.

Canción del año 2015: Indiscutible ganadora “Don’t wait up” de Robert Delong. Mención especial: “Dreams” de Beck y “Abrasive” de Ratatat.

Banda revelación 2015: Jean Loup

El concierto más nostálgico del 2015: Saves the Day!!!

Gran sorpresa del 2015: Beirut y su “No, no, no”

Los estrenos que más esperaba: “Marks to Prove it” de The Maccabees, “Pathology” de Trails and Ways, “In the Cards” de Robert Delong y Kintsugi de “Death Cab from Cutie”.

Desilusión del 2015: El “As If” de !!!, aunque tiene sus joyitas como “Ooo” después del hermoso “Thr!!!er” mis expectativas con ellos siempre serán sumamente altas.

Mis momentos musicales más emblemáticos del año:
   1. Las bonitas palabras que Chio San me dedicó en su show del Foro Tejedor <3 <3 <3
  2. El momento del concierto de Blur en el que me di cuenta que estaba ahí, que lo había logrado! que estaba disfrutando una cerveza y ni siquiera estaba en silla de ruedas!!! Después de que el día que compré los boletos, en mayo,  todos pensaron que estaba loca porque para octubre se suponía que ya estaría muerta.
   3. “Todo por Placer” con B-Kan en los brazos de la gente.
   4.  El llanto incontrolable en “The Trapaze Swinger” con Iron and Wine
   5.  La cara de mi amiga mientras yo bailaba con Silverio en el Hellow Fest
   6.  Cuando por fin tuve en mis manos en vinyl del “Something to Write About”

Lo que se viene para el 2016 y me emociona (y mucho): Re-re-re-reunión de At the Drive-in!!! Nuevos disco de Savages, Deap Vally, Haim, David Bowie, Extraperlo y Local Natives, Tour latinoamericano de TGUK, el regreso (aunque sea en forma de fichas) de Bombay Bicycle Club, el 15° aniversario del “Puzzle” de Tahiti 80.


Así este año lleno de aventuras y buena música, les dejo un abrazo y espero pasen bonitas fiestas =D

Escucha aquí la playlist!!!

domingo, 20 de diciembre de 2015

Trasplante de corazón, ahí te va mi dolor

La semana pasada sólo quería ir al Beer Fest a escuchar a Eui Canseco, pero el destino me tenía preparado algo completamente diferente y la vida (y otras cosas) me llevaron el jueves al Bulldog, si, a mis casi 30 años volví a pisar ese lugar  jajajaja.

Me reusé lo más que pude porque tocaría Panda y honestamente no se me antojaba ni tantito, pero bueno, tenía que ir a esperar a un amigo. Cuando entramos no podía creer la cantidad de gente que estaba ahí, y cómo ya lo había notado en otra ocasión había puro niño, lo que me recordó cuando ese lugar era uno de mis sitios recurrentes a los 15 años y siempre teníamos que engañan a los de la entrada con identificaciones prestadas o pedir a las bandas que intercedieran por mí, nunca falló y mis primeras enfiestadas brutales sucedieron ahí.

Como cambian las cosas, en ese momento habría agradecido las casi 3 horas de show que se aventaron, porque si me gustaban bastante, pero esta vez lo único que quería era que por favor terminaran para que nos pudiéramos ir, incluso hubo un momento en el que me quedé dormida, creo que nunca me había pasado eso en un concierto, pero de verdad ya no podía más, no sabía que me molestaba más de todo el contexto y ni siquiera conocía las canciones que tocaron.

Cuando por fin terminaron tuve que subir por mi amigo al famoso tercer piso y miles de flashbacks llegaron a mi mente, justo ahí lo conocí, en ese momento fue mi novio, alguna vez vi a Benny Ibarra tratando de entrar al camerino y me quedé tan endiosada que no pude decirle nada, una noche alguien trato de aventarse del balcón, muchas aventuras sucedieron en ese cuarto….

Recuerdo haber visto muuuchas veces a Kinky, Zoé, Jumbo, Hummersqueal, Volovan, unas cuantas a Austin, Niña, Café Tacuba, She’s a Tease, Quiero Club, Molotov, Zurdok, Plastilina Mosh, Babasonicos, La Gusana Ciega, Liquits, Allison, Ely Guerra, Fobia, Los Latigos, Tolidos, y muchos más que seguramente ya olvidé, incluso una vez vi a The Whites Boy Alive.

Ahora todo es diferente, estaba sobria, con tacones en lugar de converse, dormida en un sillón esperando desesperada para poder irme, desaprobando con la mirada a todos los “niños” que gritaban y enfiestaban sin control… quién lo diría, mi yo del pasado habría pensado “que hace aquí esa señora”.

13 años no han pasado en valde, tiempo de experiencias y montones de episodios que han quedado en la memoria, todo tiene su espacio y aunque definitivamente no me quedan ganas de volver a ese lugar, será un sitio del que podré contarles muchas anécdotas a mis nietos.






domingo, 13 de diciembre de 2015

Something to Write Home About....

He estado escuchando todos los podcasts de Matt Pryor, “Something to Write Home About” y me encontré con uno en el que entrevista a  Modern Baseball después de haberse conocido en Chicago en el Riot Fest del 2014 y me trajeron muchísimos recuerdos, lo cual me hizo notar que en su momento no había tenido el tiempo para escribir al respecto, a pesar de que ahora que lo veo hacia atrás ha sido uno de mis festivales favoritos (Después de Bumbeshoot obviamente).

Es muy chistoso porque fue de esas veces que nada sale cómo tú esperas pero honestamente hubo más sorpresas agradables que desagradables. Para empezar: Chicago, ohhhhh Chicago my love!


Desde que iniciamos a planear el viaje no encontraba prácticamente nada que me llamara la atención de la ciudad, tenía sus highlights, cómo ser la meca del jazz y del blues, o los sitios emblemáticos como el Cloud Gate del Millennium Park o el Skydeck, pero no había nada que me matara de ganas por conocer y que graaan sorpresa! Desde el momento que baje del metro la vibra era totalmente especial, parecía que la ciudad me estaba recibiendo con un espectacular de Death from Above justo frente a mí, la colonia en la que nos quedamos era genial, la sentí incluso más trendy que San Francisco y el downtown era como Nueva York pero menos poblado, limpio, más tranquilo, incluso más bonito, no se… me encantó, se ha convertido en una de mis ciudades favoritas en Estados Unidos, tuve la oportunidad de hacer un recorrido en bicicleta por toda la costa noreste y que sensación tan impactante, completamente relajante, introspectivo, hermoso… lo amé. Y los museos, el frijol, todo fue espectacular.

La comida es DE LI CIO SA , la pizzaaaaaaa…. yo no entendía porque uno de los chicos con los que fui estaba obsesionado con Giordano’s incluso antes que fuéramos, los seguía en Facebook y nos hablaba de la historia del lugar, pero cuando probamos la pizza todo tuvo sentido, una de las cosas más deliciosas que he probado en toda mi vida, era como la madre de toda la comida chatarra que tanto me encanta. En el festival encontramos otras locuras como los fried twinkies, y el pescado que comí en el Andy’s Jazz Club… Dios mio! Aparte de que fue un momento súper especial por estar ahí, con la música, la luz baja y la deliciosa comida, de esas experiencias que se guardan en la mente para siempre.

Vivimos muchas aventuras, las que más recuerdo fue “El Milagro de la calle Wabansia” en la cual una persona hizo todo lo posible por localizarnos para devolver una cartera llena de dinero que uno de nosotros había olvidado en la calle, era inconcebible, pero sucedió! O nosotros subiéndonos a un auto de dudosa procedencia en la mitad de la noche con el que parecía ser Ranjit de HIMYM, despertar por el sonido del golpe de mi amiga cayendo de una de las literas, ir al Exit Bar y que pusieran canciones de los Get Up Kids… y la que ahora me resulta más interesante fue casi perderme el concierto de mi banda favorita por estar en una ciudad desconocida a altas horas: fue como una película de terror, salir corriendo del festival en medio de la lluvia, en plena presentación de Slayer, cuidando no resbalarme como todas las personas que veía azotar a mi paso, era imposible conseguir transporte y cuando por fin pude subirme al autobús me bajé en la parada equivocada para quedar varada en medio de la nada con sólo 10 minutos para llegar al show, no pasaban taxis, autobuses, nada, lo único que pude hacer fue acercarme a una estación metro completamente desolada en la que informaban que el siguiente tren tardaría 40 minutos, no me quedó más que sentarme ahí sola y empapada, en medio de la nada y llamarle a mi novio para lloriquearle sobre la situación, aplicando la “Long Distance Call” como diría Phoenix, afortunadamente logré llegar con el tiempo suficiente para ver la presentación de Modern Baseball y hasta platicar unos minutos con Matt Pryor y James Dewees de The Get Up Kids.

Ese concierto fue una cosa maravillosaaaaa, no sólo tocaron el “Something to Write Home About” completito, sino también los éxitos del resto de sus discos, yo estaba en primera fila a tan sólo unos centímetros de Jim Suptic, mi emoción fue compartida por un grupo de brasileños que también habían hecho el viaje para disfrutar ese momento, esos minutos cantando a gritos nuestras canciones favoritas y sin saber si brincar, llorar o gritar más fuerte. En definitiva, esa noche ha sido una de las más memorables en mi historia de conciertos, a pesar de mi aversión a las bandas que no envejecen agraciadamente.



Sobre el Riot Fest que puedo decir, el que lo llamen “Carnaval” no puede ser más correcto, hay juegos mecánicos (a los cuales por desidia terminamos sin subirnos) una casa de terror, zombies caminando por ahí, mucha comida chatarra, lucha libre y cada personaje…
Una de las cosas que mejor le cayó a nuestro claro espíritu mexa fue que no había una revisión real para ingresar al lugar, por lo que meter alcohol o comida era sumamente sencillo, desafortunadamente lo averiguamos hasta el segundo día.



Aunque en su momento todo parecía estar apestando ahora lo recuerdo con mucho cariño, en algún momento comentamos que Riot Fest era una especie de Iron Man de los festivales, porque duró 3 días, llovió prácticamente todo el tiempo y cuando no estaba lloviendo tenías que caminar con mucho cuidado para no caerte en el lodo, la gente se quedaba atrapada como en arena movediza, perdías tus zapatos al avanzar y los caminos para llegar de un escenario a otro no eran nada amigables, por eso el Corona de ese mismo año fue un juego de niños para nosotros. Era muy sorprendente ver que la gente todo el tiempo estaba tranquila, los momentos en los que yo esperaba que el mush pit estallara nunca sucedieron era como si vieran a esas bandas todos los días.


Los que me conocen saben que mi memoria es nefasta, por lo que a estas alturas solo recuerdo haber visto a The Get Up Kids, Wu Tang-Clan, Metric, The Flaming Lips, Descendents, Taking Back Sunday, The National, Antiflag, The Orwels, The Cure, Weezer, Tegan and Sara, Superchunk, Motion City Soundtrack, Social Distortion, Bouncing Souls, Kurt Vile & The Violators, Jane’s Addiction, The Offspring, NOFX, Senses Fail, Tokio Police Club, The Buzzcoks, Television, City and Colour, Die Antwoord, Me First and the Gimme Gimmes, Wavves (a lo lejos), Modern Baseball, I am the Avalanche, Mineral y Patti Smith. Seguramente se me está pasando alguno pero fue algo así.



De todos ellos lo que más recuerdo es que la cantidad de personas en Weezer era tal que nunca pude llegar al escenario, tuve que escucharlos a lo lejos en medio de una multitud, que casi muero de felicidad escuchando a los Get Up Kids, que me encantó Modern Baseball, a pesar de lo simple de sus canciones, Senses Fail ya no es lo mismo que antes, Die Antwood te hace bailar aunque no te guste, Tokio Police Club y Wavves son súper bonitos, los NOFX y Antiflag ya están muy viejos pero aun así amé poder verlos en vivo, The Offspring fue el momento más emotivo de todo el festival, estuvo padre escuchar los hitazos de The Cure porque nunca los había visto, Metric puede ser muy aburrido, amo el show de los Flaming Lips aunque siempre sea el mismo y todos los que tocaron en el escenario a lado de la ballena sonaban muy mal si te situabas a la derecha jejejeje. En general fue un gran festival porque pude apreciar muchas bandas que no es tan fácil de toparse y todas tuvieron lo suyo.



Este año estaba más que decidida de regresar porque tocó No Doubt, The Ataris y Alkaline Trio, que ya con eso yo era más que feliz, desafortunadamente tenía poco de haber salido del hospital y mi estado de salud no era el óptimo, pero confiando en las segundas oportunidades, estoy casi segura que en cuanto nuestra Gwen se recupere del horrible momento por el que está pasando volverán a tocar y seguramente visitaran nuestro país, deditos cruzados para que suceda, igual que los TGUK que ya están planeando gira latinoamericana, seguramente este 2016 estará lleno de buenas noticias incluyendo que Lola o Riot tengan carteles increíblemente buenos e imperdibles, habrá que esperar a ver que pasa…

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Porque la música y yo tenemos razón!

El viernes pasado por fin llegó uno de los conciertos que más había estado esperando, el show de Supergrupo, formado por: La Monja Enana, Aviador Dro y L-Kan, no porque sea tan fan de la aleación como tal, pero sí de estos últimos a quienes tenía un buen rato sin poder ver.

Fue una noche completamente rara pero increíble, cuando llegué vi que el lugar estaba prácticamente vacío, y mientras pasaban los minutos perdía la esperanza de que llegara más gente, hubo un punto en el que habían más miembros de la banda que asistentes al concierto.

Fue grato encontrar en la entrada un puestito de discos y vinyles, pero más grato aún saber que el hermoso acetato de Bla costaba sólo 150 pesos. También estaban vendiendo entradas de 50 pesos para un show sorpresa que sería al día siguiente con las 3 bandas tocando independientemente, no lo pude evitar! Lo compre inmediatamente aun sabiendo que sería la fiesta de navidad de mi trabajo y que tenía que apoyar en la organización, que demonios! Mis prioridades son extrañas y al parecer la música sigue estando en la cima de todas.

Decidí sentarme en un lugar estratégico desde dónde veía entrar a todas las personas y podía observar su cara de WTF, al parecer se sorprendían, igual que yo, al notar que el lugar estaba desolado. Otra cosa muy curiosa fue que la mayoría de los espectadores pasaban de los 45 años, era como si todos hubieran ido con su mamá, por lo que concluí en llamar a la mía poco antes de que comenzaran para que asistiera al evento, lo que me convenció de hacerlo fue una chica (o más bien… señora, señora, señora y socia fundadora =P) que mantenía una llamada telefónica preguntando si su hijo había comido bien, fue una escena un tanto bizarra y me sacó un poco de onda porque me hizo preguntarme ¿será que pertenezco a esta generación y de verdad estoy tan vieja? La respuesta llegó sola cuando Servando de Aviador Dro explico que cuando ellos comenzaron a hacer música muchos de nosotros no habíamos nacido, el cual era mi caso, eso me dejó más tranquila y me hizo sentir afortunada de poder ser testigo de toda esta creación musical a lo largo del tiempo y apreciarlo con mis propios ojos.


Me gusta mucho el “Crisis en Autonomías Infinitas” disfrute prácticamente todas sus canciones, peroooo no tanto cómo amo las de los L-Kan, me emocioné de sobremanera cuando soltaron “Señora”, “Todo por placer”, “Todo lo que no”, “Viva la Pestaña”, “Modern Talking”, Aburrida de Estar tan Salida” y otras que seguro se me están escapando. Tenía mucho que no sentía esa felicidad completamente embriagante como cuando tocaron ”Todo por Placer” y Belen saltó al público para recordarnos que así debe ser la vida, haciendo las cosas que realmente nos gustan y apasionan, sea lo que sea.


De la Monja Enana me alegró cuando tocaron: “Me enamoré de un Robot”, “Casa de Muñecas”, “Quisiera ser cómo Lovercraft” y “Canción de Amor #3”. Esa Anita tiene una personalidad taaaaan pop que te dan ganas de ir a apretarle los cachetes (seguro muchos piensan en algo más porque se ha puesto cada vez más guapa) como sea me encanta verlos bailar y bailar mientras sueltan esas frases empalagosas que calientan el corazón.
La presentación duró poco más de 2 horas en las que alternaron canciones de cada una de las bandas y prácticamente todas las que tienen como Supergrupo, nunca fui fan de Aviador Dro pero me hicieron bailar como loca, entre los estrobos y la música había momentos en lo que me sentía totalmente drogada, no me podía detener, fue un sensación bien especial, incluso amé el comentario final de mi madre: “Fue raro ver bailar a tanta gente tan diferente, era como la escena de la cantina en Star Wars” jajajajaja.


Al día siguiente fue el “De Toluca a Peluca Fest”, el cual se tituló así porque literalmente fue dentro de una peluquería, era un espacio muy pequeño pero suficientemente grande para la cantidad de personas que estábamos ahí, buena onda que hayan organizado eso aunque fuera súper improvisado, la verdad es que hacía falta ver a las bandas individualmente.

Llegamos justo cuando La Monja Enana estaba terminando, ya no pude escuchar “Cartas de Amor” cómo lo habían prometido la noche anterior, pero de inmediato empezó L-Kan y eso me hizo olvidar la mala suerte de haber llegado tarde, tocaron muchas canciones que ya ni recordaban cómo “Mancha de Mora” o “La Más Fane” aparte de su repertorio habitual, fue muuuy extraño verlos en un lugar tan pequeño, incluso los sentí un tanto incomodos y al ser tan poca gente no pudo darse esa explosión de energía que los caracteriza, a pesar de que trataron de hacer lo suyo con todo y Belen siendo cargada por 3 personas al “lanzarse al público” jejejeje, definitivamente faltó algo, pero como sea siempre es un privilegio estar cerca de una banda tan especial y divertida, no se cuantos años más vayan a pasar antes de que volvamos a encontrarnos, así que atesoraré ese momento de manera particular.